La administración Petro, ha
expresado que se avecina un cambio radical en la recolección y disposición
de los residuos sólidos distritales.
Bogotá Basura Cero significa identificar y poner en marcha tecnologías y
estrategias organizativas y logísticas diferentes a las actuales para evitar
enterrar en el relleno sanitario de “doña Juana” tantos materiales, orgánicos e
inorgánicos, putrescibles y no biodegradables en el corto plazo y por el
contrario , aprovecharlos al máximo, restituyéndolos, reincorporándolos al
ciclo económico o mejor aún, no generandolos.
Se requieren dos ciencias para lograrlo: la ciencia “técnica” que
resulta en tecnologías adecuadas y en innovaciones de productos, procesos,
organización productiva y sistemas de mercado y, mas importante aún, la ciencia social, para producir “innovación
social” que logre el cambio de la cultura ciudadana, de los patrones de uso y
desperdicio tanto de los consumidores como de los productores, de las
costumbres de botar todo en la calle.
Para ello, la UAESP debe y puede contar con las universidades, el sena,
los centros de investigación y de desarrollo tecnológico y con mucha fuerza,
con las organizaciones sin ánimo de lucro y las organizaciones de los
recicladores informales, para lograr no solo apuestas de carácter técnico sino
nuevas formas empresariales y sociales de solucionar el problema de los
desperdicios , los residuos y los escombros.
Tenemos gente, experiencia y
creatividad. Debemos confiar que en Bogotá y colombia, con apoyos de
experiencias y resultados internacionales, podremos plantear, diseñar y poner
en marchas las soluciones mejores en la
medida en la cual convoquemos la alianza universidades, empresas, estado y
sociedad civil organizada. Ejemplos recientes lo atestiguan: La universidad
distrital presentó ante la secretaría de
movilidad recientemente la propuesta de gesstion integral de aprovechamiento de
llantas, baterías y aceites usados en la cual se identifica la gran ventaja del
molido de llantas y su incorporación en los asfaltos alargando su vida útil en
dos o mas veces, como lo demostró un estudio y pista de pruebas de la
universidad de los andes para el IDU hace unos años; el arquitecto Carlos Duica
recicla los escombros de concreto de la calle 26 y resultan arenas y materiales
de construcción de alta calidad; El ingeniero Alejandro Salazar en el valle ha
logrado ecoviviendas de materiales reciclados; la corporación propuesta
ambiental propuso tejas ecológicas y adoquines ecológicos con técnicas de
microconcreto y con pellets de plástico reciclado para ecourbanizaciones; las universidades cuentan con conocimiento
para ofrecer mejores microorganismos de compostaje y descomposición de los
residuos putrescibles orgánicos, como lo demuestran algunos avances de la uniminuto,
la cual además está diseñando el parque de la innovación social; La universidad
nacional cuenta con muchos estudios sobre posibles usos de los residuos y con
el PGIRS, programa de gestión de residuos sólidos que debe revivirse. En la
universidad de la salle se encuentran algunos proyectos de grado pertinentes.
Las tecnologías para muchos de los aprovechamientos posibles existen
mundialmente pero deben adaptarse y ajustarse a la realidad bogotana y
colombiana.
El otro gran reto de conocimiento es el de la innovación social. Es la
gran oportunidad de diseñar , en conjunto con los recicladores informales, con
las agremiaciones productivas y de comercio, con los ciudadanos usuarios, con
las universidades y las entidades del distrito, sistemas integrales que logren
ofrecer realmente alternativas empresariales en las cuales participen una gran
mayoría de ciudadanos, y entre ellos de manera preferencial los recuperadores
que operan los carros tirados por caballos o por las mismas personas. Para ello
se requiere gran generosidad, estrategia compleja , trabajo social, sentido
empresarial amplio, visión de conjunto, coordinación interinstitucional, que
trascienda el planteamiento partidista para que todos quepan y se comprometan y
ahí, la ciencia debe ser integral, completa, social y tecnológica.
Las universidades deben ofrecer su mejor conocimiento y compromiso ante
esta oportunidad histórica de la ciudad, que podría ser replicada por cada una
de nuestras ciudades colombianas e incluso resultar en un conocimiento que
podría exportarse como ha sido la interesante experiencia del transmilenio y de
otros adelantos urbanos.
Los Ciudadanos también tendríamos una oportunidad novedosa si podemos
adquirir acciones de un gran Parque del Reciclaje, que acogería a todas las
empresas de procesamiento de los distintos materiales, el cual podría estar
localizado en el relleno sanitario de Doña Juana, aprovechando que su vida útil
se esta acabando y que un buen diseño podría convertirlo en una atracción
importante. La experiencia accionaria de
ISA, de Ecopetrol, de ETB indican que los ciudadanos nos asociamos a las
empresas estatales que demuestren gestión transparente y eficaz y a las ideas
de convivencia y construcción del capital social para el bienestar colectivo y
ambiental.
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